23 marzo, 2011

- Esterilidad sin causa aparente (ESCA)

ESCA, Esterilidad sin causa aparente, constituye el 15% de los casos de las causas de esterilidad. Es uno de los problemas más controvertidos y a la vez más angustiantes para la parejas, cuando enfrentan el diagnóstico de su problema de infertilidad.



Se diagnostica ante la comprobación de la normalidad de todos los diferentes factores, sin la consecuente obtención del embarazo. Esto demuestra la existencia de una patología no demostrable mediante los métodos actuales de evaluación, constituyendo una entidad cuyo diagnóstico se realiza por exclusión.




Metodología Diagnóstica:

Se debe evaluar todos los factores que están relacionados con la fertilidad, teniendo en cuenta que es fundamental el estudio rápido y simultáneo de ambos miembros de la pareja, tratando de llegar al diagnóstico en un lapso no mayor de dos ciclos.

También es importante destacar que la edad de la mujer condiciona en forma fundamental su capacidad reproductiva, por lo que este factor será determinante en la celeridad del diagnóstico.

¿Cómo se diagnosticará?

El diagnóstico se basará principalmente en el estudio de cuatro puntos fundamentales:
A) La Ovulación. (se desarrolla tema más abajo)
B)La Integridad anatómica y funcional del útero y trompas de falopio. (se desarrolla tema más abajo)
C)La correcta interacción de los espermatozoides en el aparato genital de la mujer. (se desarrolla tema más abajo)
D)La producción Espermática. (se desarrolla tema más abajo)

A continuación desarrollaremos estos puntos:

A) Estudios de la Ovulación:


La mayor parte de los ginecólogos usan la medición de la temperatura basal como primer método de control de ovulación, que como virtud destacable se resalta que es simple y rápido y orienta para averiguar una fecha cercana de ovulación cuando un ciclo se ha desarrollado con normalidad. Esta técnica tiene como ventaja que es económica y fácil de realizar por la paciente.
La medición debe ser rigurosamente diaria para que sea efectiva. Como pauta, debe tomarse la temperatura siempre con el mismo termómetro, en el mismo sitio del cuerpo (rectal preferentemente) y a la misma hora, con un mínimo de 6 horas de reposo. Se aconseja no hacer ni el más mínimo esfuerzo, al despertar lo único que se debe hacer es colocar el termómetro. Por eso es útil dejarlo bajo y preparado desde la noche anterior. Mientras controla la temperatura no hable, no cambie de posición, etc. Trate de hacer el menor esfuerzo.

Vea y siga la explicación del siguiente gráfico:


                                                                  (click sobre la imagen para maximizar gráficas)


Siempre se tomará como día 1 del ciclo, el primer día del sangrado menstrual.
Nota: Cabe aclarar que cada mujer es diferente y NO debe tomarse como regla que se ovula siempre el día 14 del ciclo, ya que eso depende de lo extensos y regulares que sean los ciclos. Cada quién debe realizar sus gráficas para conocer sus ciclos y ante la duda lo recomendable es que acuda a su ginecólogo de referencia para examinar los posibles problemas que retrasen la fertilidad.
Durante un ciclo normal de ovulación (como es el caso de la gráfica superior), se produce una pequeña caída de la temperatura (ver para este ejemplo los días 12 y 13 del ciclo) seguidos de un aumento sostenido de la misma. La pequeña caída de la temperatura y su posterior ascenso representa la ovulación. Tras seguir elevada por 12 a 14 días, volverá a caer y producirá la llegada de un nuevo ciclo menstrual.
Se sugiere llevar un control mínimo de 3 a 4 ciclos para tener una idea del comportamiento general de los mismos.
Sin embargo, cuando se ha producido la concepción la temperatura no cae, como se aprecia en el gráfico que sigue:



                                                                    (click sobre la imagen para maximizar gráficas)


Desde luego que la ovulación se puede diagnosticar cómoda y rápidamente realizando un dosaje plasmático de progesterona los días 22 o 23 del ciclo.

La biopsia de Endometrio es realizada el día 21 o 22 del ciclo. Se extrae una toma lineal del endometrio para evaluar los cambios que se producen por la acción de la progesterona que produce el ovario, si es que hubo ovulación.

También existen otras disfunciones ovulatorias que son importantes de diagnosticar como la falla ovárica oculta. Ésta se diagnostica por la presencia de niveles de FSH plasmática anormalmente elevada el día 3 del ciclo y un estradiol normal o bajo, o bien FSH normal con estradiol elevado que enmascara la FSH alta.

B) Estudios de las trompas y útero

Existen exámenes complementarios que permiten conocer la normalidad del tracto genital femenino y sus posibles alteraciones. Estos son Ecografía Transvaginal, la Histerosalpingografía y la Histeroscopía. Todos completados por Laparoscopía que permite mediante la introducción de una óptica, la visualización directa de la pelvis y su contenido.

Ecografía Tranvaginal: es de elección para el diagnóstico de los miomas pudiendo determinar su localización, su tamaño y relación con los vasos uterinos mediante la utilización de Doppler de color.

La Histerosalpingografía: es una radiografía del útero y las trompas. Con una cánula se introduce por el cuello del útero una sustancia de contraste. A medida que se introduce líquido se tomarán radiografías. Si el líquido es capaz de circular libremente del útero a cada trompa, podemos hablar de que existe una buena permeabilidad y conservación de las trompas y que no presentan obstrucciones.


                                                                             (click sobre la imagen para maximizar)


La Histeroscopía: permite la visualización directa de la cavidad uterina por vía vaginal a través del cuello del útero usando una lente con luz. Es útil para diagnosticar y extraer pólipos endocavitarios y sinequias uterinas.

La Laparoscopía: permite inspeccionar la cavidad abdominal y la pelvis por medio de una lente que se coloca por el ombligo. Permite evaluar los órganos genitales internos y determinar la presencia de adherencias y/o endometrosis


C) La interacción de los espermatozoides con el aparato genital femenino:

Para evaluar la interacción se  realizará la prueba postcoital o Test de Sims-Huhner que permite diagnosticar la capacidad de los espermatozoides para alcanzar el canal cervical y sobrevivir en el moco. Para ello, se obtendrá justo en el momento de la ovulación y luego de 5 a 15 horas de una relación sexual, una muestra del moco cervical que será analizada en el laboratorio clínico y determinará sus características físicas (consistencia y elasticidad, etc.), y la presencia de espermatozoides.
Un resultado normal será aquel en el que el moco cervical preovulatorio permite ver abundantes espermatozoides móviles y rápidos en la muestra microscópica.
Si el estudio ha sido realizado en el momento adecuado, es decir, en la fase preovulatoria, un resultado alterado debería orientar a creer en la presencia de alguna infección a nivel del moco (como por ejemplo Chlamydia y/o Mycoplasma), o un factor inmunológico (presencia de anticuerpos antiespermáticos, en uno o ambos miembros de la pareja), o una alteración a nivel de los parámetros seminales. Otro factor podría ser un déficit en la producción del moco.

C) La producción espermática:

El espermograma es el mejor estudio para determinar la producción espermática. ¿Cómo se realiza? El hombre por masturbación obtiene una muestra que depositará en un recipiente indicado por el laboratorio, tras una abstinencia total no menor a 2 días ni mayor a 5 días para obtener resultados fidedignos. Lo que se evaluará principalmente es el volumen eyaculatorio, el número de espermatozoides, su movilidad y su morfología.
Se considera que es normal cuando la producción espermática es mayor a 20 millones por ml. con una movilidad mayor al 50% y más del 30% de los espermatozoides normales.
Cabe destacar que un  hombre normalmente puede tener grandes variaciones en su producción espermática. Por ello, no debe hacerse un diagnóstico definitivo con un solo espermograma que no alcance las cifras normales.


(click sobre la imagen para maximizar)

Además, la concentración y la movilidad espermática pueden reflejar cambios de salud en el hombre que daten de hasta 3 meses antes del examen, tiempo que tardan los espermatozoides en completar su formación.

Las alteraciones en el espermograma llevan a estudiar distintos factores (pretesticular, testicular, postesticular)  por medio de diferentes exámenes como dosajes hormonales, cultivos, ecodoppler, exámenes genéticos, etc.



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- Esterilidad Masculina y sus causas

Básicamente podemos decir que las causas que pueden afectar la fertilidad en el varón se clasifican en tres grupos según el sitio, a saber:


Factor Pretesticular: Comprende las alteraciones de las hormonas que estimulan al testículo (la LH y la FSH). Son afectaciones poco frecuentes.

Factor Testicular: Son todos aquellos factores que pueden afectar directamente al testículo. Pueden ser genéticos (por ejemplo síndrome de Klinefelter, cuadro caracterizado por un cromosoma de más), congénitos o sea que se presenten desde el nacimiento (por ejemplo Criptorquidia o mal descenso testicular). o adquiridos (por ejemplo varicocele).

Factor Postesticular: Son factores que afectan a los espermatozoides una vez que han salido del testículo, como las obstrucciones de la vía espermática, infecciones seminales, presencia de anticuerpos antiespermáticos, alteraciones eyaculatorias y alteraciones coitales.


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